ElCanillita.info, 10/09/2023
Tanto India como Brasil son signatarios del acuerdo que dio origen a la Corte Penal Internacional que emitió el mandato.
El presidente ruso, Vladimir Putin, que tiene pendiente una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por la guerra contra Ucrania, no será detenido si decide asistir a la cumbre del G20 en Río de Janeiro en 2024, bajo el liderazgo de Brasil.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva declaró a los medios indúes, anticipando su intención de enviar la invitación a Moscú para el próximo G20.
Tanto India como Brasil son signatarios del acuerdo que dio origen a la Corte Penal Internacional, que emitió la orden de detención en marzo por cargos de deportación ilegal de niños ucranianos, un crimen de guerra.
El primer ministro indú, Narendra Modi, pasó la atestación, o más bien el mazo de madera de las reuniones, al presidente brasileño, cerrando el G20 en Nueva Delhi y el liderazgo rotatorio de India. En 2024, la presidencia del grupo de los principales países industrializados y en desarrollo recaerá de hecho en Brasil.
La declaración del G20 no condena la guerra de Rusia contra Ucrania
Moscú se adjudicó la victoria en la batalla por una declaración del G20 en Delhi en la que se lamentaba el “sufrimiento” del pueblo ucraniano pero se omitía toda mención a la agresión rusa, y mucho menos la condena de su invasión de un Estado soberano.
El comunicado conjunto se aleja de la declaración del año pasado, en la que se condenaba enérgicamente la invasión y se instaba a Moscú a retirar las tropas.
El primer ministro indú, Narendra Modi, corría el riesgo de que su cumbre fuera la primera de la historia en la que no se llegara a un acuerdo sobre un comunicado conjunto. En su lugar, la declaración se limitó a señalar el “impacto adverso de las guerras y los conflictos en todo el mundo” y se comprometió a “apoyar una paz global, justa y duradera”.
Modi temía que su cumbre fuera la primera en no producir un comunicado conjunto acordado
Ucrania descalificó airadamente la declaración como “nada de lo que enorgullecerse” por no nombrar a Rusia como agresor. “Está claro que la participación de la parte ucraniana habría permitido a los participantes comprender mejor la situación”, declaró un portavoz del ministro de Asuntos Exteriores.
Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, se atribuyó una victoria diplomática. “Hemos podido evitar los intentos de Occidente de ‘ucranizar’ la agenda de la cumbre”, declaró. Lavrov elogió a la India por poner en primer plano las opiniones de los países del Brics, que han evitado en gran medida tomar partido en el conflicto ucraniano, temerosos de alienar a Rusia, pero con la esperanza de cubrir sus apuestas también con Occidente.
La sigla Brics se refiere a la agrupación informal pero en evolución de economías emergentes formada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que se reunió en Johannesburgo. “La presidencia de India ha conseguido cohesionar a los miembros del G20 del sur global”, afirmó Lavrov. Una de las ambiciones de Modi era hacer de India “la voz del Sur global”. Logró una victoria al conseguir un acuerdo para que la Unión Africana tenga un puesto permanente en el G20.
El hecho de que se emitiera una declaración fue una buena noticia para Modi, que ha aprovechado la cumbre para aumentar su reputación en su país y atribuirse el mérito de la posición emergente de India en la escena mundial.
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