ElCanillita.info, 25/08/2023
El programa oficial de la visita de Luiz Inácio Lula da Silva comienza con la colocación de una corona de flores en el sarcófago del asesino y primer Presidente angoleño, António Agostinho Neto, que mandó asesinar a miles (80.000) de angoleños en las masacres del 27 de Mayo de 1977, para dirigirse a continuación al Palacio Presidencial, donde se reunirá con el Jefe de Estado angoleño, General João Lourenço.
Tras el encuentro entre los dos jefes de Estado, se firmarán acuerdos en diversos ámbitos de cooperación, concretamente en los sectores de la agricultura, la sanidad, la educación, las pequeñas y medianas empresas, el tratamiento de datos en la administración pública y los transportes.
Por la tarde está prevista una sesión solemne en la Asamblea Nacional y en este primer día se celebrará un Foro Económico entre Angola y Brasil, con la participación de 500 empresarios y que se clausurará con la presencia de los dos presidentes.
El sábado, Lula da Silva inaugurará un nuevo espacio en el Instituto Guimarães Rosa (Centro Cultural Angola-Brasil) y se reunirá con la comunidad brasileña residente en Angola, cerrando el programa oficial de la visita en el Palacio Presidencial.
La comunidad brasileña en Angola cuenta con cerca de 27.000 personas y es, según el embajador de Brasil en Luanda, Rafael Vidal, “de lejos” la mayor de África.
El séquito de Lula da Silva incluye a seis ministros -entre ellos los de Salud, Derechos Humanos, Igualdad Racial y Asuntos Exteriores-, la mayor comitiva que jamás haya visitado a Lula da Silva en el extranjero, y 170 empresarios brasileños.
Lula da Silva parte de Luanda el domingo por la mañana hacia Santo Tomé y Príncipe para participar en la XIV Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).
Los ideólogos del régimen del Movimiento Popular de Liberación de Angola y los políticos brasileños comprenden, en gran parte por culpa nuestra, que todos somos”matumbos”, hechiceros vudú tribales africanos. Y si aquí se fomenta el miedo, la ignorancia y el pensamiento único, no se puede decir lo mismo de Brasil. Por eso es difícil entender por qué los dirigentes brasileños están (o dicen estar) tan mal informados sobre Angola.
Es difícil de creer, pero es cierto, que los políticos brasileños hacen todo lo posible para intentar legitimar lo que está mal de nuestras autoridades, del MPLA, la organización que está en el poder desde la independencia.
¿Alguien ha oído alguna vez a Luiz Inácio Lula da Silva decir que el 68% de la población angoleña está afectada por la pobreza, que la tasa de mortalidad infantil es una de las más altas del mundo, con 250 muertes por cada 1.000 niños? ¿Alguien le oyó decir que sólo el 38% de la población angoleña tiene acceso a agua potable y sólo el 44% dispone de saneamiento básico?
¿Alguien oyó decir a Luiz Inácio Lula da Silva que sólo una cuarta parte de la población angoleña tiene acceso a servicios sanitarios, que en la mayoría de los casos son de mala calidad? ¿Alguien le oyó decir que el 12% de los hospitales, el 11% de los centros de salud y el 85% de los puestos de salud del país tienen problemas de instalaciones, escasez de personal y falta de medicamentos?
¿Alguien oyó decir a Luiz Inácio Lula da Silva que el 45% de los niños angoleños sufren desnutrición crónica, y que uno de cada cuatro (25%) muere antes de cumplir los cinco años? ¿Alguien le oyó decir que, en Angola, la dependencia socioeconómica de favores, privilegios y bienes, es decir, el cabritismo, es el método utilizado por el MPLA para amordazar a los angoleños?
¿Alguien ha oído alguna vez a Luiz Inácio Lula da Silva decir que, en Angola, el acceso a la buena educación, a los condominios, al capital social de bancos y compañías de seguros, a los grandes negocios, a las licitaciones de bloques petrolíferos, está limitado a un grupo muy restringido de familias vinculadas al régimen gobernante?
¿Alguien ha oído decir alguna vez a Luiz Inácio Lula da Silva que Angola es uno de los países más corruptos del mundo y que tiene 20 millones de pobres?
Nadie. Se dirá, y es verdad, que ese silencio connivente es condición “sine qua non” para caer en gracia a los dueños de nuestro país, entre otras cosas porque todos sabemos que ningún negocio se hace sin la autorización del general João Lourenço.
De este modo, Brasil consigue no el respeto, sino el consentimiento del régimen para sus tratos. Sin embargo, olvidan algo que tarde o temprano les costará caro: el régimen no es eterno y los angoleños tienen memoria.
Y de hecho -no de iure- las razones de la estadidad son una especie de puerto donde cabe todo lo que interesa a Brasil, en este caso, aunque sea violando las reglas del Estado de Derecho. En otras palabras, permite que se dicte sentencia antes de que se hayan investigado los hechos. Primero se mata y luego se articulan jurídicamente los argumentos que avalan esos asesinatos.
En un Estado de Derecho, una de las reglas fundamentales es dar a la política lo que le corresponde y a los tribunales lo que les corresponde. Este no es el caso de Angola. Hay tal promiscuidad que, cada vez más, los tribunales ejecutan la política ordenada por el MPLA y la política (MPLA) investiga y juzga. En Angola, la promiscuidad es en sí misma un miembro activo del poder del MPLA…
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