por Enrique Guillermo Avogadro
Pour certains, la dénonciation d’un fait social par l’usage d’un média écrit est un « J’accuse… !
Emmanuel Poiré
Buenos Aires, 13/08/2023
No se puede negar que el narcotráfico está ya impregnando a toda Latinoamérica, como prueba.. lo que sucede en Brasil, Paraguay, Perú, Chile, Colombia, México, Guatemala, Honduras, Venezuela y, ahora, Ecuador.
Pero en la Argentina el terrible flagelo tiene una señal distintiva, ya que aquí es socio comercial de los Kirchner. La prensa imputó a Anímal Fernández, la Foca, como jefe pero, conociendo a la familia santacruceña y su vocación por el saqueo, es posible deducir y ridículo pensar que le hayan regalado el negocio más lucrativo a un personaje de cuarta.
El viernes pasado quedó demostrado, como pocas veces antes y con tanta claridad la perversidad con que actúa el kirchnerismo en su objetivo de romper el ya tan dañado tejido social para intentar seguir conservando un poder que hoy se le escapa como arena entre los dedos. La mayor prueba de esto fue el fracaso en la tentativa de sostener a Ana María Figueroa en la Cámara de Casación Federal.
Es cierto que, con sólo ver los antecedentes (es imposible olvidar a Cristina Fernández bailando en Plaza de Mayo mientras Córdoba ardía por una irracional violencia o a las organizaciones feministas y de derechos humanos callando frente a los asesinatos de mujeres vinculados al poder), es innegable la profunda hipocresía de su accionar político, sea en el terreno nacional, sea en el regional e internacional.
El Presidente Meme Fernandez se arrodilló ante Vladimir Putin poco antes de que éste invadiera Ucrania, y el ministro Aceitoso Massa se arrastró frente a Xi Jimping y el Emir de Qatar para obtener las monedas que le permitieron sobrevivir hasta hoy sin hacer, a ninguno de ellos, cuestionamiento alguno a sus regímenes tiránicos.
Mientras atacó con saña, acompañado por sus corifeos del Foro de São Paulo y del Grupo de Puebla, institucionalmente reunidos en la CELAC, las sucesiones constitucionales en Perú, Bolivia y Ecuador, cerró los ojos y defendió en todos los foros posibles a sus socios ideológicos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, violadores seriales de los derechos humanos, sobre todo al de votar en libertad.
El viernes, sin embargo, superó todos sus límites y quedó magistralmente expuesto: mientras la sociedad entera lloraba los salvajes asesinatos de la niña Morena Domínguez, del médico Juan Carlos Cruz y del profesor Nelson Medina, los líderes y mandatarios del kirchnerismo, masivamente, hicieron un estruendoso silencio; pero llevó a sus esclavizadas huestes a tomar la avenida 9 de Julio para protestar por el fallecimiento, por causas probadamente naturales, de un terrorista consuetudinario, ex guerrillero de las FARC, secuestrador y asesino, cómplice de los falsos mapuches que actúan en el sur argentino, sin privarse de apedrear, una vez más, a la Policía. ¿Se puede pedir mayor hipocresía?
Pero éste domingo, sin duda, la sociedad se lo hará pagar en las urnas. Quienes conocen en profundidad el Conurbano bonaerense, cuya Tercera Sección Electoral ha sido tradicionalmente la base de sustentación del peronismo y lo ha llevado al triunfo tantas veces, me cuentan que ya no será lo mismo. No hay allí familia que no haya sufrido hechos de inseguridad y, entre los más pobres, ninguna que no tenga a uno de sus miembros afectado por el narcotráfico. La desesperación es tal que las madres serán quienes entierren las aspiraciones del kirchnerismo, al cual hacen directamente responsable de esa terrible situación.
Los intendentes peronistas, los famosos “barones” que viven en Puerto Madero, son muy conscientes y perciben en la piel el enojo de la ciudadanía con el Gobernador Axel Kiciloff y su Ministro de Seguridad, el insufrible payaso Sergio Berni y, curándose en salud, están repartiendo boletas cortadas para no intentar no ser arrastrado por esa imparable ola de protesta. Lo mismo hicieron, hasta hace pocos días, la gran mayoría de los gobernadores, que aislaron su suerte (por cierto con poco éxito en provincias claves) del proyecto nacional de Sergio Massa.
Recién el lunes temprano, por lo complejo del escrutinio en algunas jurisdicciones, sabremos cuántas de estas afirmaciones resultaron ciertas y, si fueran muchas, podremos recuperar la esperanza en un futuro mejor para la Argentina, un país con todos los recursos naturales, capaces de vender al mundo entero lo que éste reclama, pauperizado por obra y gracia de un Estado fallido, carísimo e incapaz de dar respuesta a las necesidades de sus habitantes por el despilfarro y el saqueo al que ha sido sometida.
Estamos a pocas horas de unas elecciones cruciales, cuyos resultados servirán como una gran encuesta que describirá en qué tipo de sociedad nos hemos convertido y cuánto verdadero cambio podremos esperar en octubre.
Estoy convencido que cruzaremos nuestro propio Jordán y, juntos, lograremos sacar a nuestro tan triste país de las arenas movedizas en las que, durante tantas décadas, se ha visto cada vez más hundido.
Vayamos, entonces y sin excusas, a votar para lograrlo.
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