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EL MUNDO EN PROFUNDIDAD

China podría invadir Taiwán este año, advierte el jefe militar de EEUU

Se dice que China está acelerando sus planes de reunificación con la isla de Taiwán que tiene más de 23 millones de habitantes, desplegando su poderío militar.

El almirante Mike Gilday, jefe de operaciones navales de EE.UU., planteó ayer la perspectiva de una guerra inminente en un debate organizado por el Consejo Atlántico en Washington. Se le preguntó sobre las recientes evaluaciones oficiales de EE.UU. para saber si China está construyendo capacidad para apoderarse de Taiwán en 2027.

“Cuando hablamos de una probabilidad en 2027, potencialmente podria ocurrir en 2022 o en 2023”. “No puedo descartar eso” -dijo Gilday-. No pretendo en absoluto ser alarmista, pero es una posibilidad que suceda sin desearlo”.

Sus comentarios se produjeron después de que el presidente Xi prometiera la unificación con la isla en su discurso de apertura del congreso del Partido Comunista Chino en Pekín el domingo.

“Insistimos en luchar por la perspectiva de la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y el máximo esfuerzo”, dijo Xi. “Pero nunca prometeremos renunciar a la opción de usar la fuerza, y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias”.

Pekín considera desde hace mucho tiempo que la isla de Taiwán con más de 23 millones de habitantes forma parte del territorio chino, pero Taiwán se ve a sí misma como algo separado del continente.

Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, afirmó esta semana que China persigue la unificación con Taiwán con un “calendario mucho más rápido”, alterando el statu quo y recurriendo a medios coercitivos en lugar de pacíficos.

Gilday dijo: “No se trata sólo de lo que dice el presidente Xi, sino de cómo se comportan los chinos y de lo que hacen. Y lo que hemos visto en los últimos 20 años, es que han realizado todas las promesas que hicieron mucho antes de lo que dijeron que iban a cumplir.”

EE.UU. tiene un pacto de seguridad con Taiwán para suministrarle material suficiente para defenderse. Ahora, Washington está considerando un plan para producir armas conjuntamente con Taiwán, según informó el periódico japonés Nikkei.

Durante una década en el poder, Xi, ha cambiado los términos del compromiso de China con el mundo y con toda seguridad recibirá otro mandato por cinco años más. Por decenios lo que llamaban un “ascenso pacífico”, los anteriores dirigentes de China tenían poco tiempo y atención para el mundo, más allá de las relaciones con su vecindad inmediata. Su preocupación era la propia China: el crecimiento de su economía, la mejora de la vida de su pueblo y la estabilidad que le seguiría.

Para la mayoría de los gobiernos extranjeros, ciertamente, aquellos fuera de Asia, la relación con Pekín también estaba estrechamente definida. Aparte de alguna que otra declaración indignada sobre los derechos humanos en el Tíbet, la política sobre China era una política comercial, centrada en el negocio de comprar y vender a la mayor población del mundo. Esta simplicidad y certeza han llegado a su fin con Xi.

El mundo se encuentra ahora con que tiene que tratar con China en múltiples niveles: diplomático, cultural y militar, además de económico. Como limaduras de hierro modelado en el radio de un poderoso imán, el mundo fuera de China se ve forzado a nuevos alineamientos. La cuestión, aparentemente sencilla, de cómo acomodar el ascenso de una nueva superpotencia, es el problema internacional que define esta época.

“La influencia internacional, el atractivo y el poder de China para dar forma al mundo han aumentado significativamente”, dijo Xi en el informe de 104 minutos que abrió el congreso del Partido Comunista Chino. “Enfrentados a los drásticos cambios en el panorama internacional, hemos mantenido una firme resolución estratégica y mostrado un espíritu de lucha”.

En el este de Asia, el poder y la voluntad de lucha han sido evidentes. Según un cálculo, China superó a Estados Unidos para convertirse en la mayor economía del mundo en 2014, y bajo el mandato de Xi su creciente PIB ha ido acompañado de muestras de confianza y asertividad sin precedentes.

Continuación...

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