(o cómo cantar himnos libertarios en medio de gases lacrimógenos)
Santa Fe amaneció con barricadas improvisadas, banderas libertarias y olor a humo. El presidente Javier Milei llegó este sábado a la capital provincial con el entusiasmo de quien anuncia un milagro en tiempos de descreimiento, pero terminó encontrándose con otra realidad: piedras, insultos, cuatro detenidos y una agenda suspendida por “razones de seguridad”.
Lo que debía ser una visita para empujar la campaña legislativa del 26 de octubre derivó en un operativo conjunto de Prefectura, Policía provincial y Casa Militar. A su paso por el puerto, la multitud se dividió en dos: de un lado, militantes con carteles de “Viva la libertad, carajo”; del otro, manifestantes que reclamaban por sueldos, despidos y el cierre de programas sociales.
Desde el balcón del hotel Los Silos, Milei saludó al estilo papal, acompañado de su inseparable hermana Karina, mientras abajo el humo de las bengalas se mezclaba con el de los gases disuasivos. “El país atraviesa un punto de inflexión histórico”, proclamó. “El camino es arduo, pero es el único posible”. Lo escuchaban —con fe o con furia— los mismos que pocos minutos antes habían chocado con la policía en la costanera.
El libertario tenía previsto caminar por la peatonal San Martín junto a su candidato Agustín Pellegrini, pero la caminata se transformó en repliegue. Santa Fe no estaba para milagros de cercanía. El acto central se canceló y, en cuestión de minutos, la caravana presidencial partió rumbo a Paraná, escoltada como si fuera una evacuación.
Allí lo esperaba el gobernador Rogelio Frigerio, socio estratégico del Mileísmo y anfitrión de un acto más controlado en la Costanera Baja. Las fuerzas de seguridad ya habían sellado las calles hasta el túnel subfluvial. Nadie quería repetir la escena santafesina.
📚 Entre milagros y escombros
El título del nuevo libro del presidente, La construcción del milagro, suena más como advertencia que como presentación literaria. Se lanzará el lunes 6 de octubre en el Movistar Arena —sí, el mismo escenario donde Milei cantó Panic Show antes de ganar la presidencia—. Esta vez se espera que cante de nuevo, rodeado de ministros y fans libertarios.
Mientras tanto, su principal candidato bonaerense, José Luis Espert, intenta despegarse del escándalo que lo vincula al empresario preso Federico “Fred” Machado. Milei lo mantiene en la lista y en su confianza, convencido de que el verdadero enemigo es el “status quo parasitario”.
En Santa Fe y Entre Ríos, La Libertad Avanza busca revertir el golpe sufrido en Buenos Aires y consolidar una nueva mayoría parlamentaria. Pero el clima de protesta social y el eco de las sirenas sugieren que el milagro todavía está en construcción.
Quizá, como insinuó un vecino de la costanera mientras se alejaba del humo:
“Milagro sería que lleguemos a fin de mes sin cantar en el Movistar Arena.”
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