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Se teme que las restricciones en Inglaterra se mantengan hasta la primavera del 2022

Gran Bretaña tendrá un plazo de seis semanas para abrirse en verano o se arriesga a mantener las restricciones del Covid-19 hasta la primavera del 2022, según temen los ministros.

Boris Johnson, dio el sábado su señal más clara hasta el momento, de que está planeando retrasar un retorno completo a la normalidad durante otro mes, ya que dijo que quería dar a las vacunas Covid-19 “piernas adicionales” en “la carrera entre las vacunas y los bloqueos”.

Pero los asesores del gobierno han dicho a los ministros que se enfrentarán a un reloj que corre antes de que sea demasiado tarde para levantar las restricciones restantes en septiembre.

El sábado por la noche, un alto ministro dijo que se temía que el retraso previsto dejara una “ventana muy corta para abrir”, con nuevos aplazamientos que llevarían a una eventual reapertura en la primavera, cuando la transmisión se produce con menos facilidad y las tensiones del invierno en el Servicio Nacional de Salud han disminuido.

El ministro dijo: “Me preocupa mucho que las personas que quieren mantenernos cerrados ahora quieran que lo hagamos de forma permanente y que tengan como objetivo el ‘Covid cero'”.

Este fin de semana aumentó el enfado entre los altos cargos de la bancada que se han opuesto a la ampliación de las restricciones por el Covid-19, que incluyen un límite para los invitados a las bodas, las reuniones multitudinarias y la continuación de la regla de no más de seis en el interior.

Steve Baker, vicepresidente del Grupo de Recuperación de Covid (CRG) de los diputados conservadores, dijo: “Cada vez está más claro que los modelistas son ahora nuestros amos… Boris Johnson tendrá que tener mucho cuidado de no permitir que nos lleven a un cierre que dure todo el invierno”.

El sábado por la tarde, el Primer Ministro fue informado de los últimos datos de transmisión y hospitalización junto con Rishi Sunak, el Canciller, Michael Gove, ministro del Gabinete, y Matt Hancock, el Secretario de Salud.

El domingo por la noche, tras el regreso de Johnson de la cumbre del G7 en Cornualles, el grupo de ministros Covid-O se reunirá para acordar planes para retrasar la reapertura prevista para el 21 de junio, y se espera un anuncio el lunes.

Antes de la reunión, Johnson advirtió: “Estamos viendo algunas cosas preocupantes en los datos, claramente. Estamos viendo que la variante delta está provocando un aumento de los casos, estamos viendo un aumento de las hospitalizaciones”.

Y añadió: “El objetivo de tener una hoja de ruta irreversible es precisamente eso, hacerla irreversible, y para ello a veces, como he dicho en repetidas ocasiones, hay que ser cauteloso. Y donde sea necesario ser cautelosos, lo seremos”.

Una fuente gubernamental insistió en que el consejo del panel de asesores científicos de Sage sugería que retrasar “más allá de cuatro semanas no parece muy diferente” a un aplazamiento exacto de cuatro semanas. Cuatro semanas harían que la fecha fuera el 19 de julio.

Pero algunos altos cargos conservadores, entre ellos varios ministros, temen que los científicos presionen para que se produzca un nuevo retraso cuando se acerque la nueva fecha límite.

Un alto cargo conservador dijo: “No me creo que dentro de cuatro semanas la situación sea completamente diferente y los científicos digan: ‘no pasa nada, sigue adelante'”.

La semana pasada, el profesor Neil Ferguson, que forma parte del panel de modelización de enfermedades Spi-M del gobierno y cuyos datos condujeron al primer bloqueo, dijo: “Algunos de nuestros modelos sugieren que hay una especie de punto dulce de un retraso moderado, básicamente para conseguir [más] adultos vacunados con dos dosis. Si se retrasa demasiado en otoño… entonces se entra en un periodo del año en el que la transmisión se produce con mayor facilidad, y se obtiene una segunda o tercera oleada potencialmente mayor”. Otros autores de modelos han dicho que aconsejarían no levantar las restricciones tan tarde como en septiembre.

James Ward, matemático, también dijo que había un “punto dulce” para tratar el pico de la variante delta. Dijo que debería tratarse durante el verano retrasando la reapertura, pero no por mucho tiempo.

Dijo: “Si vamos a tener que gestionar otra ola, el verano es probablemente el mejor momento para hacerlo. Con las escuelas y universidades cerradas podemos repartir las cosas”.

“No cambiará necesariamente el número de personas que mueren o el número de personas que acaban en el hospital, pero aplastará el pico.

“Si se retrasa la reapertura hasta septiembre, por ejemplo, se empieza a producir una oleada de salidas en octubre y noviembre, cuando la estacionalidad puede empeorar la situación”.

“El NHS -Servicio Nacional de Salud – está bajo más presión entonces y hay potencial para conseguir una ola de invierno bastante desagradable”.

“Si se trata de gestionar un NHS o incluso de gestionar una economía, el pico importa”.

El Sr. Ward no es el único que aconseja a los ministros que retrasen la reapertura. “Un retraso permitiría que la inmunidad procediera más de la vacunación que de la infección, y daría lugar a un crecimiento más lento de los casos/hospitalizaciones y, por tanto, a un pico menor”, dijo Adam Kucharski, epidemiólogo de la London School of Hygiene and Tropical Medicine y colaborador del grupo de modelización SPI-M de Sage. “Los datos adicionales mientras tanto proporcionarían más confianza sobre el impacto que veremos durante el verano”, dijo.

Sin embargo, Marcus Fysh, diputado conservador y miembro del CRG, sugirió que empezaría a incumplir las directrices de Covid-19 si el Sr. Johnson aprueba un retraso de la fecha límite del 21 de junio, y que sería “comprensible” que los ciudadanos hicieran lo mismo.

El Sr. Fysh dijo: “Me parecería totalmente comprensible que la gente siguiera adelante e ignorara cualquier restricción.

“No veo ninguna razón para respetar las restricciones en el ámbito nacional. Y no tengo intención de hacerlo.

“Y eso vale también para lo que ocurra en el Parlamento. De ninguna manera voy a hacer más distanciamiento social ni máscaras ni nada por el estilo. Digan lo que digan las normas las ignoraré a partir del 21 de junio”.

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