“Sé verdadero contigo mismo”
– frase de Polonio en Hamlet
El príncipe Andrés renuncia a sus títulos para proteger a la Corona en medio del avance del caso Epstein
El príncipe Andrés renunció a todos sus títulos reales y honoríficos, incluido el de duque de York, en una decisión coordinada con el rey Carlos III para contener el daño que provoca su vínculo con el fallecido delincuente sexual Jeffrey Epstein sobre la imagen de la monarquía británica.
Aunque legalmente seguirá siendo conocido como Príncipe Andrés —en virtud de una ley dictada en 1917 por Jorge V que concede ese tratamiento de por vida a los hijos de un monarca—, su condición de Su Alteza Real queda suspendida indefinidamente. En los hechos, se trata de un destierro interno: conservará el nombre, pero no el poder ni los honores.
Los títulos a los que renuncia incluyen el de Caballero Gran Cruz de la Real Orden Victoriana (GCVO) y su asiento en la Muy Noble Orden de la Jarretera, la más antigua y prestigiosa de Gran Bretaña. En un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham, Andrés declaró que su decisión se debe a que “las continuas acusaciones distraen la atención del trabajo de Su Majestad”. Negó nuevamente haber cometido delito alguno, pero admitió que “debía dar un paso más allá”.
Ni sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, ni la línea sucesoria se verán afectadas. Sin embargo, Sarah Ferguson —su ex esposa— dejará de ser conocida como duquesa de York. Una fuente del Palacio aseguró que el rey mantiene afecto por sus sobrinas y desea evitar que “paguen culpas ajenas”.
Andrés conservará su lujosa residencia en Royal Lodge, Windsor, gracias a un contrato de arrendamiento privado con Crown Estate. Aunque sectores de la opinión pública reclaman que abandone la propiedad como gesto final de responsabilidad, el príncipe ha dejado claro que no tiene intención de mudarse de la mansión de 30 habitaciones que comparte con su ex esposa.
La caída final se aceleró tras revelarse esta semana un correo electrónico de 2011 en el que Andrés escribió a Epstein, contradiciendo su relato público de haber roto todo contacto con él. “Parece que estamos juntos en esto”, le decía en aquel mensaje. Para Buckingham, fue la prueba de que el príncipe había mentido deliberadamente, aumentando el riesgo reputacional para la Corona.
El clima empeoró con la inminente publicación de las memorias póstumas de Virginia Giuffre —quien se suicidó en abril— en las que describe a Andrés como “un hombre convencido de que tener sexo conmigo era su derecho de nacimiento”. El príncipe lo niega todo, pero cerró la demanda civil en su contra pagando 12 millones de libras para evitar juicio.
Aunque aún figura como consejero de Estado —una figura que puede reemplazar al monarca—, Buckingham aclara que jamás será convocado para ejercer ese rol. Tampoco participará de los eventos navideños junto al resto de la familia real. Solo sus hijas serán invitadas.
La monarquía ha elegido sobrevivir. Andrés, que hace seis años dejó la vida pública tras su recordada entrevista televisiva con la BBC, queda definitivamente aislado. Su título se apaga y su historia se escribe sola: nadie cae desde más alto que quien creyó que estaba por encima de todo.
✍️ ©️ 2025 ElCanillita.info – All Rights Reserved
©️2025 Guzzo Photos & Graphic Publications – All Rights Reserved – Copyright ©️ 2025 SalaStampa.eu, world press service – Guzzo Photos & Graphic Publications – Registro Editori e Stampatori n. 1441 Turin, Italy