Martes 27/09/2022
Los políticos nacionalistas y euroescépticos de toda Europa han aclamado el triunfo electoral de Giorgia Meloni en Italia como un avance en sus batallas con Bruselas, incluso cuando la primera ministra en ciernes se enfrenta a problemas en casa por parte de su aliado Matteo Salvini.
Después de hacer campaña con el lema “Dios, patria y familia”, la política romana de extrema derecha, obtuvo una cómoda mayoría en las elecciones, antes de publicar una foto de sí misma asiendo la bandera italiana con la siguiente didascalía escrita al pie: “Haremos que los italianos estén orgullosos de ser italianos una vez más.”
En reacción a su victoria, Viktor Orban, el primer ministro húngaro y bête noire de Bruselas, publicó: “Enhorabuena, una victoria merecida”, mientras que otro antagonista de la UE, Santiago Abascal, líder del partido nacionalista español Vox, escribió: “Giorgia Meloni ha mostrado el camino para una Europa orgullosa y libre de naciones soberanas.”
Marine Le Pen, líder del partido francés Agrupación Nacional, felicitó a Meloni por resistir “las amenazas de una Unión Europea antidemocrática y arrogante al obtener esta gran victoria”.
Complacido por ver a dos simpatizantes de Putin -Salvini y Silvio Berlusconi, el ex primer ministro- flanqueando a Meloni en su coalición, Dmitry Peskov, el portavoz del Kremlin, dijo: “Estamos dispuestos a dar la bienvenida a cualquier fuerza política que sea capaz de ir más allá de la corriente principal establecida, que está llena de odio hacia nuestro país.”
No todos están contentos con el ascenso de Meloni, cuyo partido Hermanos de Italia hunde sus raíces en el partido fascista italiano MSI de la posguerra. Afirmando que los partidos “populistas” como los Hermanos siempre conducen a la catástrofe, José Manuel Albarès, ministro de Asuntos Exteriores español, dijo: “Sus respuestas son siempre las mismas: aislarse y volver al pasado”.
En Roma, la madre de Meloni, Anna Paratore, defendió a su hija, afirmando que las informaciones sobre un “peligro fascista” que volvía en Italia eran tonterías.
Los miembros del equipo de Meloni celebraron los resultados, ya que su partido obtuvo algo más del 26% de los votos, mientras que los partidarios de Salvini y Berlusconi elevaron la cuota total de votos de la coalición al 44%, asegurando cómodas mayorías en ambas cámaras.
Pero aún cuando Salvini ha estado presente en la papeleta ganadora, también vió cómo su apoyo se desplomaba hasta el 9% desde su apogeo en 2019, cuando era ministro del Interior en una coalición con Cinco Estrellas, oportunidad en la que bloqueó la entrada de barcos de rescate de migrantes en Italia y recibió el 34% de los votos en las elecciones europeas.
Desde entonces, el atractivo de Salvini ha disminuido mientras que Meloni ha sido recompensada por mantenerse alejada de las complejas coaliciones que han formado los últimos gobiernos. Ganó a miles de partidarios de Salvini, duplicando su voto en la región nororiental del Véneto que él ha considerado su corazón.
Mientras se especulaba con la posibilidad de que Salvini renunciara al liderazgo de la Liga, llegó con un estado de ánimo sombrío a una rueda de prensa, pero descartó la posibilidad de dimitir, afirmando que formaría equipo con Meloni “durante mucho tiempo” y sería un “protagonista” en el próximo gobierno.
Prometiendo que la Liga repuntará, Salvini dijo que “luchará en sus propias batallas”, una posible advertencia a Meloni para que no le deje de lado. Continuación...