
Argentina
En Río Negro, durante la misa en memoria del beato Ceferino Namuncurá, el obispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Marcelo Colombo, dejó de lado el tono piadoso para lanzar un diagnóstico que suena más a informe de situación que a sermón.
Denunció que los recortes presupuestarios están dejando a los centros de prevención y recuperación de adictos en la cuerda floja: pagos retrasados, cuotas incumplidas, instituciones funcionando “en condiciones muy precarias”. Y advirtió que mirar el problema sólo desde la óptica policial o judicial es inútil, porque lo que se multiplica es la frustración de generaciones de jóvenes.
No es la primera vez que la Iglesia alza la voz. Hace meses, la Pastoral de Adicciones ya advertía —según la agencia AICA— que el narcotráfico avanza silencioso en las periferias argentinas, dando “trabajo” donde el Estado se retira, desarmando familias y cooptando a los adolescentes en el consumo y la venta. “En este escenario no hay paz”, alertaron, recordando que hasta las escuelas y hospitales públicos se ven desbordados.
Mientras tanto, en la Casa Rosada se sigue dedicando energía a descifrar grabaciones que comprometen a Karina Milei y compañía, como si se tratara de una serie de Netflix. Afuera, en la vida real, los “signos de muerte” que denunció Colombo tienen nombres, apellidos y territorios concretos.
Quizás, al final, el vanguardista de Nazaret al que invocó el obispo estaría menos interesado en protocolos de seguridad y más en rescatar a esos jóvenes que hoy quedan atrapados entre la motosierra del ajuste y la red cada vez más tupida del narco.
© 2025 ElCanillita.info / BlogDiario.info – All Rights Reserved – SalaStampa.eu, world press service Guzzo Photos & Graphic Publications – Registro Editori e Stampatori n. 1441 Turin, Italy